Su objetivo era ofrecer un lugar donde cualquiera fuese capaz de aprender a bailar y de hacerlo divirtiéndose. Su directora lo manifiesta con estas palabras:
“Es una satisfacción para mi ver como, poco a poco, gente que nunca había bailado e incluso con problemas de coordinación, va consiguiendo paso a paso grandes logros en este arte”.
Ya en el primer año se impartieron clases de danza, y de ejercitación física y mental, como yoga o aerobic, además de ofrecer otros servicios de los que luego se prescindieron para dedicar toda la atención a la enseñanza. Con el tiempo, el número de alumnos fue aumentando, se añadieron nuevas disciplinas e incorporando nuevos profesores para atender la creciente demanda.
La Escuela se caracteriza por un ambiente acogedor que se percibe nada más traspasar la puerta de entrada, lo que hace que el alumno se sienta entre amigos desde el primer día.
Las aulas principales mantienen su estilo original de bodega, con techo abovedado y paredes de ladrillo visto, que proporciona a las estancias una cierta originalidad y recogimiento.
Las clases están impartidas por profesores cualificados en sus respectivas disciplinas, que se ocupan personalmente del progreso de sus alumnos. Para hacerlo posible, el número de alumnos que se admite por clase es reducido, con el fin de que el profesor pueda dedicar su atención a todos y cada uno de ellos.
Durante el curso, se organizan sesiones de prácticas en la propia Escuela y salidas en grupo a discotecas especializadas, para poner en práctica sobre la pista lo aprendido en las clases. Al final del curso, la Escuela organiza un festival protagonizado por los alumnos que voluntariamente desean participar y mostrar sus habilidades adquiridas, sobre un escenario.
Algunos de los alumnos han llegado a convertirse en profesores del propio Centro o han sido reclamados por otras escuelas de baile para impartir clases. Otros han formado su propio grupo de baile y han montado espectáculos que se han ofrecido dentro y fuera de Madrid.
La planta superior se halla al nivel de la calle y en ella se encuentran la recepción, un aula pequeña con espejos y aire acondicionado, y dos vestuarios grandes con aseo, servicio y duchas.
En la planta inferior hay dos aulas grandes con espejos y un sistema conectado con el exterior que permite la ventilación natural. Estas dos aulas se comunican entre sí y hay un vestuario con aseo, servicio y duchas.